lunes, 31 de marzo de 2008

“Siempre me gustó conducir despacio”


Esto lo escribi hace unos 2 años , es un resùmen, y me trae lindos recuerdos de una ruta que ahora sigo sin compañia, pero sin lastimar a nadie. (y ese sueño...sigue en pie)



Siempre me gustó conducir despacio, con la ventana abierta, disfrutando como la brisa acariciaba mi rostro, junto a esos cassetes de música que nadie mas escucha excepto yo.


Cuando me preguntan, cual es mi sueño, eso que te gustaría hacer, aunque sabes que las posibilidades de hacerlo realidad son prácticamente nulas respondería, que es conducir despacio, sin destino alguno.

Creo que el único requisito que pondría, es no estar totalmente sola.

Aunque, es cierto, nunca he sido muy partidaria a compartir mi tiempo junto a multitudes, sino que al contrario, desde muy pequeña siempre he disfrutado y apreciado mucho mis tiempos de soledad, pero por alguna de esas cosas que pasan en la vida, conoces a alguien, con el que realmente quieres pasar el resto de tus días, y esa persona, es la que cambia tu vida, tus sueños, y la forma en la cual quieres vivirlos.

Por este motivo, es que he decidido tratar de hacer realidad mi sueño, ya que con esa persona es con la que pretendo emprender este viaje sin rumbo, en donde ni el paisaje ni los caminos importen, no me importan las grietas en el camino, si este es de tierra, asfalto, si tiene líneas blancas o amarillas, carteles radiantes que anuncien el perfume o la ropa que se ocupara esta temporada, o si se puede transitar a 90, 100, o 200 kilómetros por hora…porque a mí me gusta conducir despacio.

Si no logramos distinguir el final del camino, significa que no hay apuro por llegar, ¿y que prisa tenemos?, ¡si no tenemos un rumbo planeado ni asegurado! Por este motivo me gusta conducir despacio, no me gusta adelantarme a lo que ya se revelará en algún momento, porque, es cierto, ni tu ni yo sabemos lo que vendrá, ya que hemos decidido seguir esto juntos, entonces, ¿para que apurar algo que sabemos que algún día, tarde o temprano llegará? Aún tenemos tiempo, y creo que no hay problema en detenernos en la próxima estación de servicio.

Estaciono el auto junto a muchos que ya están ahí dentro, y entramos, pido un café, y tu sacas dos de esos panes en forma triangular que están ubicados en los congeladores, .Nos sentamos en una mesa para dos, y pasamos unos minutos conversando a donde nos gustaría llegar.
Mientras me termino mi café, mantengo mis silencios para que me sea más fácil recordarte que estoy un tanto cansada, ya que sabes muy bien de que cuando estoy cansada, se me viene la sensación de estar conduciendo un auto sin frenos, empiezo a bostezar y no logro concentrarme.
Gracias a Dios te das cuenta de aquello, ya que conoces tan bien mi forma de pensar y de actuar, que no era necesaria tal indirecta para que te dieras cuenta que lo único que me antojaba era descansar unos minutos y pasarte un momento el volante de aquel viejo automóvil que nos conducirá a nuestro destino incierto.

¿Seguimos adelante?, me preguntas -siempre, te respondo. Tomas el volante y decides transportarme al lugar que me gustaría visitar, y aunque yo no sé cual es ese lugar, estoy consiente de que tu eres el único que realmente lo sabe, ya que siempre has sido el de las ideas cuerdas acá, incluso siento si tu no me estuvieses acompañando, este viaje hubiese fracasado, por qué, sinceramente debo admitir, que no hubiese logrado dar vuelta a la primera esquina y ya me abría dado por vencida, pero no fue así, porque apareciste en el momento justo, en el momento en el cual estaba iba partiendo, y decidiste subir a este auto, que si bien no es la gran cosa, se mueve, y por lo menos llegaremos juntos a algún lugar.

Ya no estoy cansada, en estos momentos me siento protegida, protegida por ti, amor, por el hombre que amo, y te pido por favor sálvame, de la gente con pocas ganas de vivir, de las personas tristes y amargadas que han olvidado reír. ¡No quiero terminar así!, ¡Así no!, no quiero criar niños que no saben lo que es tener sueños, que no crean en el conejo de pascua, ni el hada de los dientes y que sólo coman productos de supermercado. Sálvame de este mundo superfluo, del cual hemos estado escapando.

¿Quieres conducir un momento?, estoy cansado, me dices, esta bien te respondo, ya que aún no, aún no quiero detenerme, quiero seguir este viaje. ¿Sin rumbo?, creo que es sin rumbo para mí, pero para ti no, ya que tu futuro no es tan incierto como sigue siendo aún el mío, aunque sinceramente, creo que en mi inconsciente, tengo claro a donde quiero llegar. En todo caso, no pretendo hacerme ilusiones…aún.

(...)

Ya ha pasado mucho tiempo desde que me pasaste el volante. Últimamente a hecho mucho frío, y la neblina no me permite ver muy bien el camino, en todo caso, no creo que vaya a pasar nada…no creo tener tan mala suerte.


Es muy tarde ya, y estoy cansada, prefiero no decírtelo, ya que has manejado todo el día.
Estoy cansada, y me gustaría descansar un poco., tenemos tiempo aún, no hay prisa, ¿Qué te parece si pasamos esta noche acá y seguimos mañana?...ya está oscureciendo, y me han contado que si seguimos ese camino podremos encontrar un lugar en donde podremos armar una carpa, y estirar unas frazadas que empaqué en el maletero antes de salir.
Podremos encender una fogata y conversar un poco más… no creo que sea una mala idea, ¿Qué te parece?, también podremos ver las estrellas que hoy están tan lindas, ya que el cielo está despejado y no hay luces que opaquen su belleza. -Bueno, me respondes con una sonrisa, ¿Jamás te podré quitar de la mente la idea de acampar siendo que perfectamente podríamos dormir en un lugar mas cómodo?, me preguntas, “No”, te respondo.



Ha empezado a lloviznar, pero eso no será impedimento, porque, realmente quiero acampar.
(...) Nos hemos quedado en pana…lo que nos faltaba, ¿Qué hago?, nunca he sabido mucho de mecánica, -Tendremos que empujar, me dices.
Y ahí estábamos, como dos gatitos mojados bajo la lluvia, tú empujando, y yo apoyada en la puerta delantera, también empujando para ver si este cacharrito se dignaba a partir.
Pasaron más o menos unos 15 minutos, pero afortunadamente, este cacharro se dignó a partir, así que, lo único que espero es que lleguemos pronto.
Hemos llegado después de una pana, niebla, y lluvia…creo que no nos vendría mal un café en estos momentos.
Hace mucho frío, y estamos mojados, pero en menos de media hora hemos armado la carpa, la ropa mojada esta secándose, y estamos abrigados con ropa limpia y seca…me siento cansada y me gustaría dormir… ¿Me abrazas?, sabes que me gusta que me abraces, me hace sentir protegida, ¿duermes conmigo esta noche?... sabes que me aterra estar sola.






...

2 comentarios:

Crossfire dijo...

N O T A B L E

Belu dijo...

wouw! ...me gusto muchisimo!

felicitaziones zita escritora