sábado, 3 de mayo de 2008

Nubecilla es el mundo, siéntate conmigo y veámoslo desaparecer

“Nubecilla es el mundo, siéntate conmigo y veámoslo desaparecer”de Niko Kazantzakis, me manifiesta que todo lo que nos rodea es ilusión. Sin embargo, continuamente las personas tienden a sacrificar su autonomía mental bajo pautas sustentadas por la inercia y la irreflexión. Sacrifican su libertad bajo estándares de modas, costumbres, tradiciones y hábitos; muchos de los cuales son a todas luces perjudiciales. Me parece alarmante observar cómo las personas tienden a hacer lo mismo que hace la mayor parte de la gente, como si el sólo hecho de que porque la mayoría haga algo eso tiene que estar bien. Lo peor es que permiten que el hábito del rebaño vaya adormeciendo sus facultades críticas, bloqueando su mundo emocional, poniendo barreras entre su yo en busca de su esencia. Por esta inercia, por esta mediocridad que impera hoy en día, es que términos como UTOPÍA han sido absolutamente desacreditados. Y es este concepto: UTOPIA, esta palabra que ha sido al parecer totalmente deshonrada y borrada de la memoria por la mayoría de las personas
Me baso en las palabras del dramaturgo Austriaco Franz Grillparzer para plantear mí forma de ver la vida “Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos: es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo.”. Por dar un ejemplo, mi utopía es que de a poco logremos ser un mundo mejor, mi utopía se refiere a un mundo sin violencia ni guerras, en donde la gente sea consiente con respecto al ambiente en el cual vivimos, con principios, valores, con respeto al prójimo. Mi utopía es vivir en un mundo en que todos seamos libres en donde ningún ser humano tendrá que ser recluido en un centro carcelario, por la razón que ninguno de nosotros será un peligro para la sociedad, ya que en mi creación utópica todos nos amamos, porque somos hermanos y nadie desea el mal para la otra persona, en mi creación utópica nadie juzga a las personas por ser diferentes o pensar de forma distinta, ya que todos tenemos un derecho inherente que deberá ser ante todas las cosas lo mas esencial, que es el derecho a ser un individuo único, por lo tanto, con sus propios pensamientos, que serán respetados. En mi creación utópica los ancianos son tratados como las personas más admirables entre todas, por lo cual son las que más respeto deben recibir, y se intentara bajo todos los medios que ellos sean personas felices hasta el final de sus días. En mi creación utópica también existirá un respeto sagrado hacia todos los que lo habitan este planeta, ya sean seres humanos como animales, se respetaría, en este acaso a las palabras de Gandhi cuando en su autobiografía manifiesta que: "La supremacía del hombre sobre los animales inferiores no significa que aquél deba destruirlos para vivir de él, sino al contrario, que el superior debe proteger al inferior y que debe desarrollarse entre ambos una solidaridad similar a la que existe entre los hombres"; Pero todo esto siempre será y seguirá siendo mas que una utopía, un sueño, algo irreal, pero sin embargo, es un sueño que me mantiene viva y vigoriza mis convicciones, estas utopías son las que me ayudan a seguir adelante, a no dejarme llevar por lo problemas externos y siempre intentar superarme, porque a pesar que se que mi utopía jamás se cumplirá, hay un pequeño fragmento en mi corazón que día y noche me dice “nada es imposible”, y gracias a ese pequeño fragmento de mi corazón el cual me alienta a seguir adelante, el día en que vea aunque sea una millonésima parte de mi utopía realizarse ante mis ojos, me sentiré la persona mas feliz que pise la tierra.. Por eso digo que una vida sin utopía no vale la pena ser vivida. La utopía es aquello que nos permite mantener nuestra mente, nuestro espíritu todo nuestro ser libres. La utopía nos señala "otro lugar", un sitio que aún no existe pero que observamos como deseable. En la utopía se concentran todas nuestras esperanzas, y como tal sirve de horizonte hacia el cual encaminarnos con cada amanecer. Sin utopía nuestra vida es sólo nacimiento para la muerte. Si buscamos en nuestro corazón todos hallaremos un lugar hermoso al cual desearíamos acceder. Un lugar que nos recuerda que donde hoy estamos es sólo una escala para alcanzar el destino definitivo. Un lugar que nos mantiene alertas ante las inconsistencias del orden actual. Un lugar que nos invita a dar lo mejor de nosotros cada día para hacer de este mundo un lugar mejor donde vivir. Por todo esto conócete, sincérate... construye y protege tus utopías. No te traiciones, y ocúpate cada día de hacerlas realidad.

1 comentarios:

Crossfire dijo...

Utopias...

ahi quienes a ratos las logran...pero cuadno son descubiertos caen en lo mecanismos de control

Los ezquisofrenicos siempre las logran

=)